Representado por: El Toro
Símbolo: un círculo y dos rayitas oblicuas sobre él. Sugiere la cabeza del toro. ♉
Elemento: Tierra. Practicidad, solidez, seguridad, estabilidad
Cualidad: Fijo. Estabilidad, determinación
Polaridad: Negativa/Femenina, introvertida, pasiva, paciente
Planeta regente: Venus
Analogía con la Casa: 2
Frase clave: “Yo Tengo”
Región corporal: el cuello
Color: verde
Metal: el cobre
Período: 20 de abril al 21 de mayo
¿Qué dirá una persona Tauro sobre lo que siente profundamente respecto de esta energía que veníamos describiendo? Podría decir algo como: “Adquiero una forma, un cuerpo. Detengo el avance porque me hago más pesado, más lento. Tengo que incorporar alimento, asimilarlo, para poder conservar mi cuerpo. Se establecen mis límites físicos, y con éstos, mis recursos sensoriales. A través de ellos puedo percibir lo que me rodea. Disfruto de lo que toco, lo que huelo, lo que veo; cada cosa es un deleite y quiero incorporarla, poseerla dentro de mis límites.”
Tauro es el que estabiliza la energía Ariana, iniciada en el momento anterior: implica una ralentización de la explosión del Big Bang. Podríamos asociarlo al momento de formación de las estrellas y planetas, dónde la materia hasta ese momento volátil y en permanente movimiento, se condensa. Tauro es el momento en el que la energía se hace materia.
Ya dijimos que Tauro pertenece al elemento tierra, y su modalidad es fija: ¿cuáles serán las características de los nativos de este signo? Serán personas que valoren lo material, tanto sea el dinero, los objetos, sus vínculos; están muy conectados con su cuerpo, con las sensaciones, con los placeres terrenales: la comida, la bebida, el sexo, el dinero. Retomando lo que dijimos en Aries –cada signo ocupa un lugar dentro del círculo zodiacal y por ello una función–, podríamos preguntarnos: ¿cuál será la motivación esencial de Tauro? ¿Qué función cumple dentro del Zodíaco? De alguna manera, lo adelantamos: la motivación de Tauro es la conservar la energía arremolinada y generada en Aries. El segundo momento secuencial es el opuesto del primero, la aparición de lo receptivo y la desaparición de lo activo: el pasaje desde el estado de energía pura al de masa. Es la inercia, que ya estaba implícita en la explosión inicial, es decir, la imposibilidad de mantenerse en ese estado de velocidad y luminosidad y la necesidad de acumularse en tanto masa, materia oscura con energía en su interior (como el toro, que tiene fuerza concentrada y que puede embestir con gran fuerza y velocidad).
Es una transformación que conserva la energía. El objetivo de Tauro será el de conservar lo iniciado, valorarlo. Reaccionar a la acción, concretándola, siendo lo hecho (pasando de sujeto a objeto, de energía a masa), dándole forma, in-“corporando”, dar cuenta de lo dado percibiéndolo y disfrutándolo, estando en contacto con. En suma, seguir siendo.
Queda así al descubierto la esencia de Tauro, la motivación básica, y con ello, su objetivo y el principio vital que moverá a los nativos de este signo (a quiénes tengan el Sol allí emplazado) y a todo aquél que posea planetas en Tauro en su carta.