Representado por: la cabra. Así como ella se esfuerza para llegar a la cima de la montaña, tendrá el hombre que esforzarse para llegar a la cumbre de su realización.
Símbolo: la cabeza y los cuernos de una cabra con una cola de pescado. Según los caldeos es Capri-cornus. Para la mitología griega es la cabra Amaltea, quien dio de amamantar a Zeus. ♑
Elemento: Tierra. Frío, rutinario, responsable.
Cualidad: Cardinal. Accionar analítico y cauteloso
Polaridad: Negativa/Femenina. Introvertido, reservado, tímido
Planeta regente: Saturno
Analogía con la Casa: 10
Frase clave: “Yo Ambiciono”
Región corporal: sistema óseo. Rodillas. Piel
Color: negro
Metal: el plomo
Período: 21 de diciembre al 20 de enero
¿Qué sentirá y nos dirá una persona al encarnar esta energía? Algo como: “Realizo lo experimentado hasta ahora. Disciplino mi cuerpo, ahorro energía para llegar cada vez más alto, hasta mi culminación. Construyo la firme estructura que organiza la vida en sociedad. Logro el mejor rendimiento de la materia. Logro la realización. De esta forma, delimito mi lugar en la sociedad. Organizo a quienes aún no llegan a la cima. Todo debe respetar la estructura social para lograr la excelencia.” Sin duda, es una gran responsabilidad la de este signo… ¿Y cuál será, a partir de esta experiencia nuclear, el objetivo de Capricornio? Su objetivo, entonces, será cumplir con el Ser de la unidad mayor encontrado en la fase anterior, buscando su máxima y más alta realización. Dado que se empieza a cerrar el círculo y quedan definidos sus límites y posibilidades, busca entonces, respecto de la unidad revelada, realizarla. La voluntad descubre la Ley que se haya detrás de la vitalidad y de la realidad.
Como Tierra-Cardinal, Capricornio comienza a concretar el ciclo evolutivo, impulsa la organización estructural de una comunidad. Es la máxima realización de la potencia Ariana que vimos en la primera imagen del zodíaco: aquí, descubrimos la Ley detrás de la realidad
–que se intuye en Sagitario–, la que todo lo ordena, el hábito, la regularidad. Utilizando los principios éticos válidos, porque sólo se ocupa de lo que sea una verdad pasible de ser experimentada. Actúa sobre lo que concreto. Aquí, verdad es igual a realidad.
En la culminación de la forma del Zodíaco, la máxima materialidad. Después de este Signo, el décimo en la secuencia, todo empieza a declinar, a desestructurarse, a diluirse, preparándose para el retorno a la Fuente: ésa será tarea de los últimos dos signos: Acuario y Piscis. Pero, todavía debemos experimentar el reino de Capricornio, que encierra muchos secretos.